miércoles, 6 de junio de 2012

Encuestas Sucias



Me acaban de colgar el teléfono. Supongo que para cualquier persona que le cuelguen es molesto, pero si además quien te cuelga es un encuestador (o recolector de opiniones para un estudio) para el cual accediste a contestar algunas preguntas creo que es entendible mi enojo. 

La señorita, representante de la empresa Opinión y Democracia Ciudadana, S.A. de C.V., se comunicó a mi oficina y me solicitó tiempo para apoyarlos con unas respuestas. Considero que si seguimos la información de las encuestas y noticias de esta tan particular temporada electoral también es nuestro deber participar en las mismas, así que accedí. Tras preguntarme mi edad y si contaba con mi IFE, la señorita me preguntó que si hoy fueran las elecciones, por cual de los cuatro candidatos votaría. Quiero hacer especial hincapié en que mi voto no está definido al día de hoy, y puede cambiar en cualquier momento, porque estoy aún haciendo un ejercicio de información y reflexión. Sin embargo como la pregunta era clara, y le contesté a la señorita por quién votaría si fueran hoy las elecciones.

Si bien no soy profesional de la mercadotecnia es un tema que siempre me ha llamado la atención así que puedo decir que conozco algunos aspectos en el tema. Uno de los puntos que me llaman la atención es la importancia de la redacción de las encuestas para que su medición sea confiable, ya que no deberías (si buscas un resultado fidedigno) guiar al interlocutor o intentar influenciarlo hacia una u otra opción.

Dicho lo anterior, la siguiente pregunta fue más o menos así: “López Obrador ha sido polémico a través del tiempo y ahora expone una República Amorosa. Ha expresado acercamiento y disculpas a los grupos a los que ofendió y afectó tras sus marchas y ocupaciones en el Distrito Federal al perder las elecciones pasadas. ¿Cuál cree usted que sea el verdadero López Obrador?”

Estuve a punto de quejarme de la pregunta pero preferí continuar para conocer más sobre este “Estudio de Opinión”.

Siguiente pregunta: “López Obrador ha sido una figura radical, incluso clausurando pozos petroleros en tabasco. Hoy muestra una postura más abierta y ha cambiado en sus apariciones y participaciones. ¿Considera que estos cambios son sinceros o responden únicamente a sus intenciones electorales?” Debo de haber desesperado a la señorita un poco por lo neutral de mi respuesta.

La respuesta a la siguiente pregunta sí la expresaré porque creo que es un buen ejemplo de la imparcialidad y sinceridad con la que contesté en todas las ocasiones. Pregunta: “El Universal, uno de los periódicos más importantes y confiables del país ha mencionado que López Obrador se reunió con un grupo importante de empresarios nacionales y extranjeros para solicitar apoyo de alrededor de 6 millones de dólares (no recuerdo bien la cifra) para su campaña. ¿Sabía usted esto?”. Respuesta: “No, no lo sabía pero considero que todos los candidatos solicitan en diferentes foros apoyos para sus campañas”.
Pregunta: “¿Consideraría que estos apoyos podrían significar algún compromiso, arreglo o promesa con estos grupos?” Respuesta: “No podría decirlo ya no conozco las circunstancias de esa negociación”

Última pregunta: “Si fueran hoy las elecciones, ¿Usted por quién votaría?” Contesté sinceramente, “no tengo ningún cambio” (sigue siendo hoy y esa pregunta ya me la habían hecho).

Tuve que interrumpir a la señorita que se estaba despidiendo rápidamente para solicitar que ahora ella contestara unas preguntas mías. Por supuesto que se sorprendió y turbó un poco, pero no se negó.

 Mi primera pregunta: “¿Me podría repetir el nombre de la compañía que está realizando este estudio?” Respuesta: “Opinión y Democracia Ciudadana”.

Yo: “¿Me puede dar la razón social completa, es S.A. de C.V. o S.C. o S. de R.L. de C.V.?” Respuesta: “S.A. de C.V.”

Tal vez si hubiera elegido mejor mis siguientes preguntas tendría más que contarles, pero continué: “¿Están haciendo este estudio en la ciudad de Querétaro (donde yo vivo, voto y a donde me llamaron)?” Respuesta: “No”, entonces dije “¿Me puede decir entonces desde donde llevan a cabo este estudio?” Respuesta: Tono de ocupado.

La verdad solo quería saber la sede de la organización antes mencionada, me quedó claro que esto no era un estudio sino una estrategia para alterar la opinión de las personas, probablemente respaldada por algún partido o sus seguidores y que además ni siquiera cumplía con las premisas básicas para obtener información confiable. Por eso quería saber más, por eso quería investigar más porque es parte de mi responsabilidad, no solo como ciudadano sino desde la imparcialidad y neutralidad que predico y que me es tristemente muy difícil de encontrar hoy. Me molesta pensar que fui sujeto de un intento de manipulación, me entristece saber que es la estrategia más sencilla y más usada, me preocupa y me enoja.

Podría dejar esta anécdota en mi círculo de amigos o familiares, pero me parece irresponsable. Y aunque mucha gente que lea esto podría tomarlo como bandera o apoyo a un candidato en particular quiero dejar claro que no es mi intención en lo absoluto. Mi respuesta respecto a mi voto, que insisto en que puede cambiar en cualquier momento no fue López Obrador y ojalá algún día la empresa que se supone hace este estudio expusiera la grabación de la llamada únicamente para que quede claro que estoy siendo muy honesta.

Quiero exponer mi experiencia y llamar a evaluar en verdad los datos que nos llegan, lo que escuchamos y comprometernos con estar mejor informados y adoptar una postura verdaderamente crítica sin importar el color, ideología o partido de nuestra preferencia. Hay que reconocer los errores donde los haya porque los hay en todos lados, y aplaudir los aciertos porque pese a quien le pese, también en todos lados y partidos los hay.

Hoy me colgaron el teléfono tras intentar influir en mi criterio y eso me ofende. Independientemente de quién esté atrás.